Reserva Natural Ernesto Jimenez

Entrar en la reserva del Alto del Viento es descubrir un mundo encantado donde los árboles centenarios se mezclan con los nuevos brotes. Donde las flores preceden a los frutos, coloreando esta parcela de verdor temporada tras temporada. Donde los momotos cantan al amanecer. Donde las chachalacas, por su parte, conversan de la mañana a la noche.

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Entrar en la reserva del Alto del Viento es descubrir un mundo encantado donde los árboles centenarios se mezclan con los nuevos brotes. Donde las flores preceden a los frutos, coloreando esta parcela de verdor temporada tras temporada. Donde los momotos cantan al amanecer. Donde las chachalacas, por su parte, conversan de la mañana a la noche.